El té de árnica se recomienda para tratar golpes, esguinces, contusiones, inflamaciones causadas por picaduras de insectos, dolores musculares, para controlar dolores post operatorios, morados, entre otros. Esto gracias a las propiedades antiinflamatorias y analgesicas de la árnica.
¿Cómo se prepara el té de árnica?
Para preparar la infusión de árnica se pueden utilizar las flores o las hojas. La cantidad que se recomienda utilizar es de 2 gramos de hojas o flores por cada 100 mililitros de agua. Lo primero que deben hacer es poner el agua en la estufa y una vez hierva, bajas el agua y agregas el árnica( pueden ser flores u hojas secas o frescas). Tapas y dejas reposar por aproximadamente 10 minutos.
Pasados los 10 minutos, ya puedes utilizar esta infusión, para calmar las dolencias que te están aquejando.
¿El té de árnica se puede tomar?
Aunque se puede encontrar información que afirma que se puede tomar el té de árnica, utilizando una pequeña cantidad de la planta para realizar la infusión, por tu salud es mejor que no lo consumas. Se ha demostrado que el árnica puede ser tóxico por vía oral, ocasionando diversos problemas de salud que pueden desencadenar en la muerte.
En la actualidad existen preparaciones homeopáticas como las gotas de árnica, que si son aptas para la vía oral. Esto se debe a que el principio activo es sometido a una serie de diluciones, que hacen seguro su consumo.
¿Cómo se usa el té de árnica?
Las infusiones de árnica se recomienda que sean usadas para realizar paños de agua tibia, emplastos y en caso de dolor de garganta o muela como gárgaras o pucheros, pero teniendo la precaución de no ingerir la solución.
Contraindicaciones del té de árnica
Como se mencionó anteriormente, el uso del té de árnica se debe limitar a su uso externo. Se debe evitar usarlo sobre la piel agrietada o sobre heridas abiertas, ya que puede causar un efecto contrario al que estamos buscando al usarlo. Algunas personas pueden presentar dermatitis por el contacto con el árnica, por lo que sí es la primera vez que lo usas, se recomienda que lo hagas con precaución.
No se recomienda su uso en mujeres embarazadas, mujeres lactantes y niños pequeños.
Consulta siempre con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
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